Si te fijas nada cambia...

Es increíble como la vida pasa en un suspiro, mientras que creemos que todo cambia, mientras que perdemos nuestro tiempo en cosas insignificantes, en detalles que no le dan sentido a lo que verdaderamente importa. Creemos que las cosas cambian a nuestro alrededor y que nunca volverán  sin embargo lo único que cambia somos nosotros mismos.
Parándome a pensar un rato y fijándome bien en lo que me rodeaba me di cuenta que casi todo sigue igual, vi al mismo hombre de hace 12 años en el mismo semáforo vendiendo cupones, pude ver al  mismo mendigo de mi infancia sentado en el mismo portal, a mis vecinas del piso donde vivía de pequeña saliendo del mismo edificio, el mismo banco donde tantas veces me he sentado a esperar que se hiciera la hora para entrar en clase junto con la misma tienda donde compraba las chucherías y justo al lado el mismo bar donde se juntaban a beber los mismos hombres de siempre solo que un poco mas envejecidos.
Me di cuenta en ese mismo instante que los únicos que cambiamos somos nosotros, nuestra forma de vivir, evitamos recuerdos para dejar de ver aquellas pequeñas cosas en las que un día nos fijábamos.
Crecemos y perdemos aquella sensibilidad que nos hacia libres de toda carga moral, de toda preocupación  el orgullo no existía y nuestra única responsabilidad era disfrutar a cada instante como si ese día fuera el ultimo.
Ahora ya da igual disfrutar o no, es mas importante intentar engañar al reloj para que nos de tiempo a perder lo en cosas sin mas importancia que el estrés del agitado día a día  ¿Cuantas veces nos paramos a mirar las estrellas como hace unos años? ¿Cuantas veces escuchamos el silencio? ¿Cuantas veces disfrutamos de nosotros mismo y de la gente que queremos?

Volvamos a ser quienes eramos antes.